top of page

VIRTUDES

Las virtudes son acciones que nacen del corazón y están orientadas directamente a un bien espiritual. Estas nos hacen crecer como personas, a imagen de Dios.

Las virtudes nos llevan a la perfección, pues disponen todas nuestras potencias, todas nuestras cualidades, nuestra personalidad entera, para estar en armonía con el plan de Dios; orientan toda nuestra persona, no sólo nuestros actos, hacia el bien.

______________________________________________________________________________________________________________________________

INDICE

- Tipos de virtudes 

VIRTUDES CARDINALES:

- La Prudencia - ¡Prefiero ser feliz! 

- Templanza 

VIRTUDES TEOLOGALES:

- La Fe

- La infancia de Jesús - La Fe que es?

- La Esperanza

- Caridad

- ¿Qué es la caridad?

FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO:

- Paciencia

VIRTUDES 1.jpg

Tipos de virtudes 

Virtudes humanas: son rectos comportamientos según la ley natural. Perfecciones habituales del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe. Se adquieren mediante el esfuerzo humano, como la lealtad, orden, diligencia, solidaridad, respeto, gratitud, etc

Pero para alcanzar la salvación no bastan las virtudes humanas naturales, alcanzar la vida eterna no es posible sin la ayuda de Dios y la acción del Espíritu Santo.

Virtudes cardinales: son las virtudes humanas más importantes. Se llaman “cardinales” porque son los ejes en torno a los cuales giran las demás. Cardine en latín, significa el eje de la puerta. Son: la prudencia, la fortaleza, la justicia y la templanza.

Virtudes cristianas: son rectos comportamientos según el ejemplo de Cristo en el Evangelio. Podríamos mencionar la mansedumbre.

Virtudes teologales: son las que se reciben de Dios por su acción sobrenatural en el alma. Fe, esperanza y caridad.

Virtudes evangélicas: son especiales acentos del Evangelio entre muchas virtudes que practicó nuestro Señor Jesucristo. Por ejemplo la humildad, la castidad, la pobreza.


Fuente: Catholic.net

virtudes-cardinales.png

VIRTUDES CARDINALES  

La Prudencia - ¡Prefiero ser feliz!

La prudencia es una de las virtudes cardinales.

La prudencia es la virtud que nos impide comportarnos de manera ciega e irreflexiva en las múltiples situaciones que debemos sortear en la vida.

La prudencia nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia.

La prudencia es decidida, activa, emprendedora y comprensiva.

La prudencia nos hace precavidos, responsables y cuidadosos.

Callar y coger piedras es doble prudencia.

La prudencia no significa silencio, sino sigilo.

descarga.jpg

Templanza

Es una Virtud Cardinal y cuando el Espíritu Santo lo perfecciona es un Fruto del Espíritu Santo.

Hace que frenemos las pasiones bajas. Moderación en el comer y en el beber. Vence al pecado capital de gula.

El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice:

1809.- La templanza es la virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. La persona moderada orienta hacia el bien sus apetitos sensibles, guarda una sana discreción y no se deja arrastrar ‘para seguir la pasión de su corazón’ Si 5,2. La templanza es a menudo alabada en el Antiguo Testamento: ‘No vayas detrás de tus pasiones, tus deseos refrena’ Si 18, 30. En el Nuevo Testamento es llamada ‘moderación’ o ‘sobriedad’. Debemos ‘vivir con moderación, justicia y piedad en el siglo presente’ Tt 2, 12

Vivir bien no es otra cosa que amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todo el obrar. Quien no obedece más que a El (lo cual pertenece a la justicia), quien vela para discernir todas las cosas por miedo a dejarse sorprender por la astucia y la mentira (lo cual pertenece a la prudencia), le entrega un amor entero (por la templanza), que ninguna desgracia puede derribar (lo cual pertenece a la fortaleza) San Agustín

2290.- La virtud de la templanza conduce a evitar toda clase de exceso, el abuso de la comida, del alcohol, del tabaco y de las medicinas. Quienes en estado de embriaguez, o por afición inmoderada de velocidad, ponen en peligro la seguridad de los demás y la suya propia en las carreteras, en el mar o en el aire, se hacen gravemente culpables.

VIRTUDES 4.jpg

VIRTUDES TEOLOGALES

La Fe

“Qué importantes son en la vida de la familia, los abuelos, para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es esencial para cualquier sociedad” S. S. Francisco

"El Credo más hermoso es el que florece en tus labios en los momentos más negros, mas sacrificados, más dolorosos, en los que continua animándote una infalible voluntad de superación. Es el Credo que, cual relámpago, disipa las tinieblas de tu alma, el que , en lo más recio de la tempestad, te eleva y conduce a Dios" Padre Pío de Pietrelcina


Compartido por: Pili Togo​

¿Qué+es+la+Fe+Hebreos+11_1,6..jpg

La infancia de Jesús

Su Santidad el Papa Emérito, Benedicto XVI,  hizo posible el que se promueva en todo el mundo la Fe. Considero que es algo muy importante y grande el que el principal representante de Cristo en la tierra, y sucesor de San Pedro vele continuamente por los que estamos a su cuidado.

​​

La fe: ¿qué es?


Creer en aquello que no se ve, que no se pesa, que no se toca y que sabemos allí esta, y lejos de hacerlo a un lado necesitamos promoverlo en cada uno y en los demás ya que la fe es lo que nos mueve a darle un sentido a la vida, y lo que nos permite acercarnos día a día a Dios que es el Amor por excelencia, hoy por hoy los católicos y mas Sacerdotes y Consagrados, debemos de tener como norma personal el acrecentar nuestra cercanía a Dios para que Dios nos brinde las herramientas necesarias y así poder contribuir con El en la obra de Salvación que El ha hecho posible en el mundo.

​​

La Fe es la primera de las Tres Virtudes Teologales, necesitamos no solo conocerla sino amarla y sobre todo practicarla en nuestra vida personal y en el diario acontecer del mundo en el que vivimos, que dicho sea de paso cada día trae su propio cúmulo de situaciones difíciles en todos los órdenes, y la Fe, nos permite seguir adelante, como los primeros cristianos que aun cuando los perseguían y mataban de manera y formas terribles mas y mas se acrecentaba el número de seguidores de Jesucristo.
 

Amemos la Fe, queramos la Fe y vivamos la Fe.
 

Dios por delante, sigamos el caminar de nuestro Santo Padre Emérito Don Benedicto XVI y seamos Luz en el mundo. 
 

Que tengan un excelente día. Bendiciones.

 PACHELLI 1991 -2018

Haz clic aquí: https://www.youtube.com/watch?v=-U-VyFU1TfQ

VIRTUDES 6 ESPERANZA.jpg

La Esperanza 

Los pasos para recibir un milagro son:

1.-Despertar la esperanza

Despierte la esperanza que está dormida en su vida. Usted necesita irse a la recámara donde está dormida «esperanza» y decirle « ¡hey Espe! Levántese de ahí, mi amor, que usted y yo tenemos que ir a conquistar una tierra que el Señor nos ha prometido». Hay que despertar la esperanza en nuestras vidas. Hay gente que vive toda su vida sin esperanza; no saben que les va a traer el mañana, están temerosos del mañana. Dios dice que Él quiere que usted viva con esperanza. Crea que Dios quiere hacer un milagro. Yo no sé de donde vino esa mentalidad de decir, «no, es que yo no merezco nada. Soy un gusano de Jacob, Dios a mí no me quiere dar nada».

¡Quítese esa mentalidad en el nombre de Jesús! Empiece a decirse al espejo, «yo soy hijo del Altísimo Dios de los cielos. Yo tengo toda dádiva y todo don perfecto. Mi Padre es el dueño de todo el oro, de toda la plata. Él tiene todas las cosas bajo control. Yo soy su hijo y voy a recibir departe de Él». Despierte, sacuda, vista la esperanza que hay en usted y empiece a caminar con ella.

Esos muros que están frente a usted, pronto van a ser derribados. Deje de ver el muro y empiece a ver al Dios que derrumba muros, el Dios de gloria y victoria. Empiece a ver con los ojos de su espíritu. Empiece a ver a su familia restaurada, a sus hijos graduándose de la universidad y siendo exitosos. ¡Vea los muros derribados! 

«Yo conozco los planes que tengo para ti, dice el Señor» Jeremías 29

 

Dios tiene planes para nosotros y piensa en nosotros. ¿Sabía usted que Dios está pensando en usted ahora mismo? ... Dios tiene pensamientos de paz y no de mal, para darle un futuro y una esperanza. Hay una esperanza, una gloria, una victoria, un milagro esperando por usted. ...Dios es el mismo ayer, hoy y por siempre.

Si usted permite que su fe crezca, usted va a empezar a ver milagros que lo van a sorprender.

2.- Escuchar una palabra de Dios

Para recibir un milagro, necesitamos oír una palabra de Dios. La fe viene por el oír, por el oír la palabra de Dios; mientras usted más se exponga a escuchar la palabra de Dios, más va a crecer su fe dentro de su corazón.

“Es pues la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” – declara la palabra de Dios.

Usted necesita tener una palabra de Dios. En Josué 6:2, Dios le dice al pueblo de Israel, “Yo les he entregado la ciudad” y Dios lo dice de tal manera, que parece ser ya un hecho.

Lo único que tenían que hacer los Israelitas era caminar creyendo, confiando que la palabra que Dios les había dado era una palabra cierta. Cuando Dios le habla a usted y le dice, “yo voy a sanar su enfermedad”, usted puede caminar con la seguridad de que Dios nunca miente. Dice la Biblia que “Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta”. Lo que Él ha dicho lo va a cumplir. Lo que El empezó, lo va a terminar; lo que El prometió, lo va a cumplir. Dios es un Dios que constantemente está hablando. Necesitamos entender esto. Y quizás usted se pregunte, ¿cómo recibo una palabra de Dios? ¿Cómo sé si Dios me está hablando a mí o no? Es muy sencillo. Usted y yo, muchas veces, lo único que necesitamos hacer es sintonizar el canal correcto para poder escuchar la voz de Dios. El problema es que muchas veces tenemos nuestro sintonizador en cualquier otro canal. Estamos escuchando la opinión de éste, la opinión de aquella, leyendo la opinión del otro, viendo en la televisión la opinión de los demás, pero usted y yo muchas veces tenemos que apagar esas otras voces y solamente escuchar la voz del Espíritu Santo. ¿Y cómo lo hacemos? Sintonizando su palabra. Cuando usted y yo nos metemos en su palabra, El nos va a hablar. Cuando usted y yo apagamos muchas de las otras voces que están hablando, podemos entonces escuchar la voz del Espíritu Santo. Es cuestión de sintonizar el canal correcto, la voz del Espíritu Santo y escuchar atentamente.

Algunos de ustedes, en este mismo momento ya escucharon una voz por parte de Dios, ya escucharon una palabra de parte del Señor. Dios puede hablarle a usted a través de una letra de una canción, a través de una oración. Dios siempre está hablando y lo hace de muchas diferentes maneras. Lo que tenemos que hacer usted y yo es sintonizar la voz de Dios y una vez que tengamos nuestra palabra, meter esa palabra en nuestro espíritu y que nadie nos la robe; creer con toda esperanza que Dios va a cumplir esa palabra. Dios es el que tiene la última palabra. Usted necesita una palabra de Dios que pueda agarrar, que pueda meter dentro de su espíritu, que la pueda masticar y digerir. Usted, para poder recibir un milagro, necesita tener una palabra de Dios.

Por eso, lo felicito por leer este escrito. El hecho de que usted lo esté haciendo significa que usted tiene hambre de Dios y qué bueno porque la Biblia dice que los que tienen hambre y sed serán saciados.

 

Si usted tiene ganas de oír, ¡Dios le va a hablar a usted!

VIRTUDES 7.jpg

¿Qué es la caridad?

La virtud teológica por excelencia, según San Pablo, aún sobre la fe y la esperanza; asocia al mismo tiempo el amor a Dios y el amor al prójimo. El mandamiento de Jesús en la Ultima Cena es amarnos unos a otros como El nos ama, nos llama amigos, y muere en la Cruz por amor a nosotros.

Creo que es necesario pedir la Gracia Divina para entender la caridad y dejar a un lado nuestro natural egoísmo, para pensar en los demás, y ponernos verdaderamente en el lugar de nuestro prójimo. Constantemente se nos presentan situaciones en las cuales tenemos en nuestro libre albedrío la decisión de actuar aún con pequeños detalles como una sonrisa, un saludo, una palabra amable, un silencio tolerante, un momento para escuchar, y con la ayuda de Nuestro Señor Jesucristo, seguramente avanzaremos día a día en este acto de solidaridad con quienes nos toca convivir.

 
Compartió: Pili Togo

Caridad

El Apóstol San Pablo ofrece una descripción incomparable de la caridad: "La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta"  1 Co 13,4–7

¿Pero realmente somos caritativos con nuestros hermanos? 

Cuantas veces vemos al compañero de trabajo, de la escuela, los vecinos de nuestra comunidad, que tiene problemas con el alcohol, las drogas, la depresión, o simplemente con su carácter, ¿y qué hacemos?, lo juzgamos o simplemente nos apartamos porque lo vemos mal. Por qué no nos acercamos a preguntarle o hacerle ver su mal pero con una actitud de ayuda de caridad, de amor para poder corregirle, ayudarle.

Vemos en los noticieros de televisión y en los periódicos, cuantas cosas están ocurriendo día con día a nuestro alrededor, cuanta gente se muere de hambre, cuantas personas en los hospitales, en las cárceles, privados de su libertad; pero sólo eso ¡vemos!, es decir ¡Somos sólo espectadores!, y decimos que queremos que cambie nuestra ciudad, nuestra comunidad, nuestro estado, nuestro país, nuestro mundo, ¡Si, nuestro mundo! Porque aquí vivimos, somos parte de él, pero realmente estamos pasivos.

Tan solo en los hospitales que sabemos que existe gente internada, no pensamos en sus familiares, que pasan horas, días o quizá algunos meses afuera, esperando tener noticias alentadoras de sus enfermos, ¿realmente sabes si ya comieron, o si tienen frío? Ahí está una de las necesidades.

Me enteré que una persona hoy no tiene trabajo, mi obligación como cristiano, como ser humano es ir a ver si ya comió, si su familia tiene donde cobijarse, tal vez no pueda albergarlos en mi casa, pero si poder buscar un refugio para ellos, tal vez también yo esté pasando “una mala racha”, pero si puedo reunir algo para llevarles.

La Madre Teresa de Calcuta fue realmente una santa, un ejemplo a seguir. ¿Quién no conoció sus obras?, una de sus frases:


«Cuando nos ocupamos del enfermo y del necesitado, estamos tocando el cuerpo sufriente de Cristo y este contacto se torna heroico; nos olvidamos de la repugnancia y de las tendencias naturales que hay en todos nosotros»

¡Eso es la Caridad!

Catecismo de la Iglesia 1829.-  La caridad tiene por frutos el gozo, la paz y la misericordia. Exige la práctica del bien y la corrección fraterna; es benevolencia; suscita la reciprocidad; es siempre desinteresada y generosa; es amistad y comunión.

Seamos caritativos unos con otros, recordemos que en este mundo estamos de paso, y debemos trabajar para ganar la vida eterna, eso realmente nos traerá paz y armonía.

En el Evangelio de Marcos leemos “Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio a toda la creación” 

Nuestro Padre nos invita a proclamar la Buena Nueva. ¿y cuál es la Buena Nueva?

Te invito a que pensemos y sobre todo actuemos siendo caritativos, con humildad, y sobre todo con el corazón puesto en Jesús.

Escribió: Sr. Manuel Horcasitas

VIRTUDES 9 FRUTOS.jpg

LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO

Los frutos del Espíritu Santo son 12:   

   Caridad

   Paz

   Generosidad

   Benignidad

   Fe

   Dominio de si mismo

   Alegría

   Paciencia

   Bondad

   Mansedumbre

   Humildad

   Castidad

VIRTUDES 19 PACIENCIA.png

La paciencia

Su Santidad el Papa Francisco, dedicó su homilía a la "paciencia" de Dios, partiendo del evangelio de hoy en el cual el apóstol Tomás experimenta la misericordia de Dios "que tiene un rostro concreto...el de Jesús resucitado. Tomas no se fía de lo que dicen los otros apóstoles: Quiere ver... ¿Cuál es la reacción de Jesús? La paciencia: Jesús no abandona al terco Tomas en su incredulidad, le da una semana de tiempo, no le cierra la puerta, espera. Y Tomás reconoce su propia pobreza, la poca fe. "Señor mío y Dios mío", con esta invocación simple, pero llena de fe responde a la paciencia de Jesús. Se deja envolver por la misericordia divina, la ve ante sí, en las heridas de las manos y de los pies… y recobra la confianza es un hombre nuevo, ya no es incrédulo, sino creyente"

 

bottom of page