A los largo de la historia de la Biblia, aparecen continuamente –seres- espirituales que llamamos ángeles.

De manera mas actual, en lo que llamamos el Nuevo Testamento, Dios envía mensajeros, emisarios que llevan su buena nueva, recordemos un poco: Estando María en oración se presenta un ángel de Dios y le dice: María llena de gracia el Señor está contigo…, después cuando San José se entera de que María está en cinta, pretende dejarla en silencio, cuando se le aparece un ángel y le dice: José hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María tu esposa porque el hijo que espera es Hijo de Dios…., cuándo nace Jesús en el pesebre, los ángeles van a avisar a los pastores…, luego cuando Herodes trata de matar a Jesús, el ángel se presenta de nuevo a San José y le dice que huya a Egipto y proteja a Jesús y a su madre, en fin son muchas las citas donde aparecen los - ángeles-.

Yo me pregunto y quién es un Ángel?, un mensajero de Dios al mundo, aquel que sirve a Dios, que le adora que le alaba que proclama la bondad de Dios al mundo, no en balde desde niños se nos ha dicho que tenemos un ángel con nosotros, el ángel de la guarda y muchos crecimos con la oración hacia el ángel de la guarda: Ángel de la guarda de mi dulce compañía no me desampares ni de noche ni de día, ruega por mi a la Virgen María, etc…, sabemos entonces el papel tan importante que tiene en el mundo y en nuestra propia vida la presencia de un ángel, es protector, es consejero, es compañía en nuestro caminar por la vida terrenal, luego me pregunto y les pregunto, no podríamos cada uno de nosotros tratar de ser un –ángel- para los que Dios ha puesto en nuestro entorno?, es decir ser protectores, consejeros, compañeros y me refiero en cuanto a conservar en nosotros el amor de Dios en nuestra vida que es el regalo más preciado que podemos haber recibido, quererlo y compartirlo también con los demás.

Entonces, todos estamos llamados a ser portadores del gran mensaje de Dios en el mundo, de distintas maneras y formas, que llamamos los estados de vida; soltero, casado, consagrado. Recordemos que los Ángeles viven continuamente adorando, alabando y glorificando a Dios, Santísima Trinidad, y de acuerdo a las encomiendas que Dios les ha dado, son llamados, Ángeles, Arcángeles, Querubines, más para no perdernos en los títulos jerárquicos, quedémonos con la hermosa idea de cómo Dios premia la nobleza de los que lo rodean. Pidamos a Dios en este día tan especial dedicado a honrar a los santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael que a ejemplo de ellos busquemos siempre las cosas del cielo donde está Dios y que sepamos ser cada día mejores hijos de Dios en el mundo, cuidando, apoyando y aconsejando a todo aquel que Dios ha puesto en nuestro camino.

Encomendémonos a ellos y alegrémonos siempre en el Señor.

A todos los que llevan el nombre de un Arcángel, los felicito y encomiendo a Dios, para que sean bendecidos en sus personas, sus familias.

Padre Eugenio García Siller, O.S.B.