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ORDEN BENEDICTINA

Aquí encontraremos la vida de San Benito de Nursia, la Santa Regla de San Benito, la vida de Santos y Beatos Benedictinos; sacramentales y su significado.

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INDICE

- Vida de San Benito Abad

- Quien era San Benito

- Siete milagros de San Benito Abad 

- La Santa Regla de San Benito

- Ora

- Et Labora

- Espiritualidad Benedictina

- Fray Gabriel Chávez de la Mora, O.S.B.

- S. S. el Papa Francisco a los Benedictinos: "mantener vivos los oasis del espíritu y anunciar la misericordia de Dios"

- Un Benedictino estadounidense para el arte litúrgico

- Eucaristía en Acción de Gracias a Dios por este 17o.  Aniversario de la Oblación Benedictina

- Libro: "San Benito, Padre de Europa"

- Ordenación Sacerdotal 

- Monjes Benedictinos en Irlanda

- Encienden la Antorcha Benedictina de la paz

- Medalla de San Benito Abad

- Medalla y Cruz de San Benito

- Lo que se debe saber acerca de a medalla

- La Cristiandad y los Benedictinos

- Santa Escolástica 

- Santo Domingo de Silos

- Beatificación de los mártires de Silos

- Abadía del Tepeyac

- Parroquia de San Rafael Arcángel y San Benito Abad

- Inevitable partida de los Benedictinos

- Novena a San Benito Abad y Oración

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Vida de San Benito Abad

San Benito Abad, nació en Nursia, Montecasino en el año 480.

La única fuente con información sobre la vida de San Benito de Nursia es el libro segundo de los Diálogos, escritos por san Gregorio Magno (c. 540-604). Para estos relatos, el pontífice se basó en el testimonio de algunos monjes que conocieron al santo. Este libro, en algunos pasajes, carece del rigor histórico tal como se entiende en la actualidad.

Era hijo de un noble romano. Su hermana se llamaba Escolástica y también fue reconocida como santa. Su infancia se desarrolla en Nursia donde realiza sus primeros estudios. Es enviado a Roma para capacitarse en filosofía y retórica, pero decepcionado por el desorden moral de los habitantes de la ciudad y deseando una vida más espiritual, pronto abandona la capital para retirarse a Enfide, actual Affile, de donde huyó, según la historia, tras realizar un milagro. 

Con ayuda del abad de un monasterio cercano llamado Román, San Román Abad, Romain de Condat, se instaló en una gruta de difícil acceso, en un lugar cercano llamado Subiaco, para vivir allí como un ermitaño. Después de pasar tres años en ese lugar, dedicado a la oración y el sacrificio, fue descubierto por unos pastores, quienes extendieron su fama de santidad.

Gracias a sus supuestas dotes de taumaturgo, fue visitado constantemente por personas que buscaban su consejo y dirección espiritual. Es elegido abad de un monasterio en Vicovaro, en el norte de Italia, pero dado que los monjes no aceptan su régimen de vida exigente, intentan envenenarlo. San Benito descubre las intenciones de los monjes porque, en el momento de impartir la bendición, el recipiente se hace pedazos. Decide abandonar la comunidad. Vuelve a Subiaco, donde, debido a una gran afluencia de discípulos, funda allí varios monasterios. En 529, a causa de la envidia de un sacerdote de la región, se refugia en Montecasino donde funda un monasterio y desde donde se extiende la Orden Benedictina. En 540 escribe su famosa “Regula monasteriorum”, Regla de los Monasterios. 

San Benito se le representa habitualmente con el libro de la Regla, una copa rota, y un cuervo con un trozo de pan en el pico, en memoria del pan envenenado que recibió San Benito por envidia. San Gregorio cuenta que, por orden del santo, el cuervo se llevó el pan adonde no pudiera ser encontrado por nadie.

San Benito vaticinó el día de su muerte; el último día recibió el Cuerpo y la Sangre del Señor. Fue sepultado junto a santa Escolástica, su hermana, en el sitio donde antes se levantaba el altar de Apolo que él mismo destruyó, en Montecasino. 

San Benito, murió en el año 547 y su festividad el 11 de julio.

Dos de sus frases de San Benito:

“Ora et Labora” 

“No anteponer nada al amor de Dios”

Artículo aquí

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Quien era San Benito

S. S. el Papa Emérito Benedicto XVI, lo explica:

"San Benito de Nursia, padre del monacato occidental, ejerció un influjo fundamental en el desarrollo de la civilización y cultura europea"

La fuente más importante para conocer su biografía es el segundo libro de los Diálogos, escrito por San Gregorio Magno, y en el que se presenta a San Benito como astro luminoso frente a la crisis de valores e instituciones que se vivía en su tiempo. San Benito nació en torno al año 480 en una familia acomodada

Estudió en Roma y, queriendo solamente agradar a Dios, marchó a Effide, en donde se asoció a una comunidad de monjes. Vivió luego durante tres años como eremita en Subiaco y de allí se estableció en Montecasino. 

Antes de morir, en marzo del año 547, escribió una Regla para la familia monástica que fundó, en la que se contienen indicaciones útiles no sólo para sus monjes, sino para todos los que buscan una guía en su camino hacia Dios. En el año 1974, S. S. Pablo VI, proclamó a San Benito Patrón de Europa.

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Siete milagros de San Benito

Una de las primeras biografías de su vida fue escrita por el Papa San Gregorio Magno e incluyen historias de milagros increíbles realizados por el monje.

1 – Rompió un vaso lleno de veneno al bendecirlo con la Señal de la Cruz.

El abad de un monasterio cercano murió y los monjes de ese convento pidieron a San Benito asumir el puesto y convertirse en su nuevo abad. En un principio el Santo se negó, al insistir, aceptó. San Benito era más estricto y en poco tiempo los monjes llegaron a odiarlo, decidieron matarlo y pusieron un poco de veneno en su copa de vino. Cuando él hizo la señal de la cruz para bendecir el vino, la copa se rompió de repente.

San Gregorio Magno escribe en su relato de la historia: “accidente por el cual el hombre de Dios percibió que la copa contenía el trago de la muerte, mismo que no podía soportar el signo de la vida”

2 – Salvó a un hombre de ahogarse al convertirse brevemente en otra persona

El monje Plácido estaba tomando agua del lago, accidentalmente cayó al agua y fue arrastrado rápidamente por la corriente.


A pesar de que San Benito se encontraba a una buena distancia del lago, milagrosamente supo lo que había sucedido y de inmediato ordenó al monje Maurus correr hacia el lago para salvar a Plácido. Cuando Maurus llegó al lago, corrió sobre la superficie del agua, agarró a Plácido por el pelo y lo arrastró hasta la orilla. Se dio cuenta de que había caminado sobre el agua después de que ya estaba en tierra. San Gregorio Magno escribe que Maurus “se maravilló y tenía miedo de lo que había hecho” Maurus insistió en que difícilmente había estado consciente de caminar sobre el agua mientras lo hizo.


Y Plácido afirmó que la persona que lo había sacado del agua en el medio del lago no llevaba puesta la ropa de Maurus, sino la de San Benito, que milagrosamente a través de él para caminar sobre las aguas y salvar a Plácido

3 – Leía de la mente de sus monjes

Algunos de sus monjes fueron enviados a entregar un mensaje a otra ciudad. Durante el tiempo del viaje, San Benito les ordenó ayunar, como era su costumbre. El viaje duró un poco más de lo que esperaban y alguien les invitó a su casa para una comida y ellos aceptaron ya nadie se enteraria. San Benito se enteraría. Al regresar, él inmediatamente les preguntó dónde habían estado comiendo.


Cuando le respondieron que no habían comido en ningún lugar, San Benito les dijo donde habían comido, lo que habían comido y cuántas bebida habían tomado. Descubiertos y temerosos por el hecho de que San Benito podía conocer todos los detalles de lo que habían hecho, “cayeron temblando a sus pies” y confesaron su pecado

4 – Resucitó a un niño

Durante un proyecto de construcción en la Abadía, el mismo satanás vino a San Benito y le dijo que planeaba atacar a los monjes que trabajan en el proyecto. San Benito envió un mensaje de advertencia a los trabajadores. Cuando llegó el mensaje, una pared parcialmente terminada se colapsó sobre un niño que estaba ayudando con el trabajo, causándole la muerte. Los monjes trajeron el cuerpo muerto y mutilado a San Benito, quien puso el cadáver del pequeño en una mesa, sacó a todos de la habitación y comenzó a orar. Milagrosamente, el niño volvió a la vida y su cuerpo sin lesiones

5 – Movió una enorme piedra con su oración

Algunos monjes estaban ocupados construyendo nuevas celdas en la abadía y se encontraron con una enorme piedra que bloqueaba el camino de la construcción. No fueron capaces de mover la piedra y llamaron a San Benito, él hizo una oración por los que moverían la piedra y los monjes fueron capaces de mover con facilidad la piedra

6 – Exorcizó a un demonio obstinado

Un hombre de un pueblo cercano estaba poseído por un demonio y su obispo no pudo exorcizarlo. Él envió al hombre a los santuarios de muchos santos mártires, pero sin efecto; el obispo llamó a San Benito, quien invocó a Nuestro Señor Jesucristo en oración e inmediatamente liberó al hombre del demonio. San Benito le dejó al hombre dos reglas a seguir para evitar otro ataque demoníaco: abstenerse de comer carne el resto de su vida y no tratar de entrar en el sacerdocio

7 – No se inmutó por el engaño del diablo

Durante una construcción, San Benito pidió que los monjes cavaran un agujero profundo en un determinado lugar. Los monjes encontraron un viejo ídolo de bronce; uno de los monjes puso el ídolo en la cocina; no con la intención de adorarlo, sino sólo como un lugar para ponerlo, de repente, un incendio masivo se desató en la cocina. Preocupados de que el fuego pudiera quemar toda la construcción, los monjes llamaron a San Benito, quien dijo que no veía ningún fuego. Los monjes insistieron que la cocina estaba en llamas, San Benito se dio cuenta de que las llamas eran un truco del diablo para asustarlos. Él oró para que los monjes fueran liberados del engaño y rápidamente lo fueron.

Fuente: Foros de la Virgen María

 

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Regla de San Benito 

La Santa Regla Benedictina es una regla monástica que San Benito de Nursia escribió a principios del Siglo VI destinada a los monjes. El principal mandato es el "Ora et Labora", con una especial atención a la regulación del horario. 

Los discípulos de San Benito Abad, se encargaron de difundir la Regla por toda Europa; fue la única ordenanza a seguir por los distintos monasterios que se fueron fundando.

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Ora

Miles de monasterios masculinos y femeninos son el alma orante de los pueblos de Europa. En torno a ellos se congregan normalmente muchas familias de colonos, «populus abbatiæ», que asociándose como laicos a la vida de los monjes, la difunden también por las aldeas y poblaciones. De este modo, la vida orante y laboriosa de los monjes es la Escuela medieval más importante en la formación de los fieles cristianos, que aprenden a vivir y a trabajar en este mundo con el corazón siempre levantado a Dios y a los bienes celestiales eternos. La noble y sagrada arquitectura de las iglesias monásticas, la grandeza de su liturgia y del canto gregoriano, el ejemplo de oración y de trabajo que los mismos monjes dan con sus vidas, son para el pueblo cristiano una catequesis permanente.

El mundo de los monjes eleva al mundo medieval de los laicos, diciéndole continuamente de palabra y de obra: «Ya comáis, ya bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios» 1Cor. 10,31. «Ut in omnibus glorificetur Deus» (Regla 57,9). «Puesto que habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios; pensad en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Estáis muertos, y vuestra vida está escondida en Dios. Cuando se manifieste Cristo, vuestra vida, entonces también os manifestaréis gloriosos con Él» Col 3,1-4

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Et Labora 

Muchas regiones de Europa recibieron de los monasterios su alma laboriosa, porque fueron los monjes quienes, con ímprobos trabajos y nuevas técnicas, llevaron la iniciativa en la transformación de inmensas extensiones de tierras selváticas o pantanosas en terrenos idóneos para la agricultura y la ganadería. 

Durante muchos siglos los monjes fueron la vanguardia de la agricultura europea. Y lo que todavía es más importante: con su ejemplo devolvieron al trabajo manual su inmensa dignidad originaria, la que procede del mismo Dios creador –«domina la tierra» Génesis 1, una dignidad antes en buena parte olvidada por la cultura caballeresca medieval.

El trabajo de los monjes marca la historia de casi todos los oficios y trabajos seculares de la Europa medieval. Los monasterios son Escuelas Agrícolas en el cultivo de los campos, cría del ganado, apicultura, los regadíos, cuidado de las viñas. Los monjes estuvieron siempre en primera línea en la crianza de vinos y licores, en la elaboración de la cerveza, whisky, en el descubrimiento del champán. Progresos industriales, que la antigüedad había desconocido, se dieron especialmente en el mundo monástico. Los monjes estuvieron en la vanguardia de la extracción y la elaboración de la sal, del plomo y otros minerales, del yeso, mármol, vidrio, herramientas y cuchillería, de los trabajos de forja y de orfebrería. Fueron los monjes buenos relojeros. El primer reloj que se conoce fue construido por Gerberto de Aurillac, en el año 996, para la ciudad de Magdeburgo.

Los monasterios perfeccionan notablemente el aprovechamiento técnico de la fuerza hidráulica. En el Siglo XII era normal que el monasterio, realizando el ideal de San Benito, lograra una casi total autonomía de subsistencia. Además de los trabajos agropecuarios realizados en los campos, dentro del monasterio la fuerza de un arroyo mueve un molino, que tritura el grano, sube y baja palas y morteros, con los que se preparan tejidos, fieltros y cueros, ayuda en la forja de minerales, lava la ropa, limpia los utensilios de cocina y labranza, llena las cubas en las que se producen las bebidas, y arrastra lejos los excrementos y residuos, dejando finalmente impoluto el monasterio. Todos estos progresos técnicos se difundían en miles de monasterios y eran utilizados cada vez más por los agricultores y artesanos populares.

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Espiritualidad Benedictina

El hablar de San Benito es hablar de una “espiritualidad particular” y entonces nos lleva a preguntarnos qué es una espiritualidad?, y la respuesta será: es una forma particular de vida que nos lleva o acerca a Dios; es decir todos buscamos a Dios, y siempre estamos trabajando en descubrir maneras de orar, maneras de realizar algún trabajo en beneficio del bien común, llamémosle apostolado, también formas de orientar nuestras vidas, y nuestras actitudes personales, familiares, comunitarias, y esas maneras, esas formas, en su modo concreto, que nos llevan a Dios a través de Jesucristo nuestro Señor, podemos atrevernos a decir son una espiritualidad.

Como todos sabemos la Espiritualidad Benedictina nos habla de esa frase que se escribe muy breve, es corta, mas tiene una gran trascendencia, “ORA ET LABORA”. San Benito, sabía que no es suficiente el orar, el orar nos acerca a Dios, en una intimidad grande, profunda, hermosa, mas después de una relación con Dios, después de llenarnos de su amor, bondad, sabiduría, paciencia, temor, caridad, etc. etc. es muy necesario compartirlo con todos aquellos con quienes nos rodeamos o quienes ha puesto Dios en nuestro camino, entonces es como aplicamos el “labora” de esta frase de San Benito. 

Quisiera traer a nuestras mentes el pasaje profundo y bello del Evangelio, cuando Jesús llega a casa de Martha y María para descansar, comer algo y seguir su camino y sucede que Martha como excelente servidora, se pone a trabajar, hace muchas cosas, para servir a Jesús, darle una excelente comida, brindarle agua, y en fin atenderlo como todos lo haríamos, si Jesús llegase a nuestra humilde casa, mas luego aparece la otra parte, María, quien solamente se detiene a mirar a Jesús, a escucharle, a atender su palabra, a aprender de El, entonces viene esta otra acción que todo el seguidor de Cristo debemos procurar, el contemplar a Jesús, el adorarlo, el escucharlo en nuestro interior y descubrir su santa voluntad en nosotros. Luego entonces María le dice a Jesús, Señor, dile a mi hermana que me ayude con el quehacer de la casa a lo que Jesús le responde; Martha, Martha, muchas cosas te afligen y preocupan cuando una sola es la importante, María ha escogido la mejor parte y nadie se la quitará. 

Que gran enseñanza de parte de Jesús, para cada uno de nosotros, donde nos presenta que el trabajar, el llevar a cabo proyectos es muy importante, mas no es lo fundamental, ya que “nadie da lo que no tiene”, dicho con otras palabras, lo que llevamos en nuestra mente y corazón, al brindarlo a los demás se parece a una jarra de agua que se da y da y con el tiempo se agota aquella agua que hay en nosotros, luego entonces necesitamos seguirnos llenando de El, con El, y por El, así es Jesús mismo nos dice yo soy el agua viva que ha bajado del cielo, el que bebe de esta agua nunca más tendrá sed, ya que el agua que le doy es agua para la vida eterna.

Acerquémonos a este Jesús que sabrá llenar nuestras mentes y corazones a través de su amor, su ternura, su comprensión, y pidámosle que sepamos compartir con los demás todo aquello que El, con inmenso amor nos comparte en la oración, personal, sencilla, atenta y fervorosa que realizamos día a día. Entonces podremos decirnos como San Benito que vivimos esa misma espiritualidad, ese mismo camino hacia Dios, al orar, al estar en diálogo constante con Dios; Padre-Hijo-Espíritu Santo, y lo llevamos y proyectamos en nuestra vida, en la relación personal con todos aquellos que tenemos a nuestro alrededor.

La espiritualidad Benedictina no es otra cosa que nuestro caminar hacia el Padre en la eternidad siguiendo la enseñanza de Jesús que ha compartido a San Benito y San Benito a nosotros; “Ora et labora”.

Su lema: “No anteponer nada al amor de Dios”

Conmemoramos la fiesta de San Benito, el 11 de julio, sepamos ser dignos seguidores de Jesús, en este proceso de nuestro caminar hacia la eternidad. 

Padre Eugenio García Siller, O.S.B.

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Fray Gabriel Chávez de la Mora, O.S.B. 

Fray Gabriel Chávez de la Mora nació en Guadalajara, Jalisco el 26 de noviembre de 1929. Estudió en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara, siendo él integrante de la primera generación.

Ingresó a la Orden de San Benito en el Monasterio de Santa María de la Resurrección en 1955. Después de estudiar teología en el Seminario Conciliar de México, fue ordenado sacerdote en 1965 y en 1967 se trasladó a la Ciudad de México, donde se le encomendó el diseño de la Abadía del Tepeyac, su Monasterio de residencia. Ha recibido numerosos premios y reconocimientos a nivel internacional.

Fray Gabriel es un sacerdote, arquitecto y diseñador que ha reformado la arquitectura religiosa.

En reconocimiento a su trayectoria internacional, el Museo Nacional de Arquitectura del Palacio de Bellas Artes, abrió el jueves 28 de enero del 2010, la exposición: “Fray Gabriel Chávez de la Mora. Mística y arte”, y celebraron más de 50 años de su trayectoria, la exposición coincidiendo con sus 80 años de edad.

Esta exhibición, organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes, presentaron materiales gráficos originales, maquetas, reproducciones de vitrales y carteles de más de 40 proyectos realizados por el sacerdote.

Profundo conocedor de la liturgia, Fray Gabriel, se ha distinguido por ser un destacado creador que lo ha llevado a desarrollar la orfebrería, la pintura, (Pentecostés – Los cuatro Evangelistas). la escultura, el diseño de vitrales, textiles y el diseño gráfico, incluyendo el diseño de ornamentos litúrgicos y espacios sagrados.

Ha realizado obras en México, Estados Unidos, Canadá, Italia, el Vaticano, Francia, España, Colombia, Costa Rica y Guatemala. Entre sus principales obras se encuentran: la Capilla de Ahuacatitlán, en Cuernavaca, la nueva Basílica de Guadalupe, en colaboración con el Arq. Pedro Ramírez Vásquez, la Capilla Ecuménica La Paz, en Acapulco, Guerrero, y la Capilla Guadalupana, en el Vaticano.

La muestra expuesta en Bellas Artes es considerada como “un ejemplo del encuentro del alma y el espíritu con los espacios” por la variedad y calidad del trabajo de este Arquitecto Benedictino.

En julio del 2004, con motivo de la celebración de los 50 Años de haber egresado de la Universidad de Guadalajara de la Carrera de Arquitectura, Plazola Editores junto con el Arq. Guillermo Plazola y el Centro Escolar del Lago (CEL), decidieron mostrar la obra de Fray Gabriel en una exposición dentro de las instalaciones del mismo Centro. Inicialmente se diseñaron 23 pósters de la obra del sacerdote-arquitecto, la cual va desde diseños de orfebrería, textiles y ornamentos, hasta remodelación de iglesias, construcción de capillas, diseño y construcción de teatros, escuelas, abadías, etc.

Después de la presentación en el CEL, recibió una invitación para exponer en el Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México, en mayo del 2005, por lo que se amplió la muestra a 46 pósters y surgió la idea de editar un libro de su biografía y su obra: “Arquitecto Fray Gabriel Chávez de la Mora”, el cual en una nueva edición se presentó durante la exhibición en el Museo Nacional de Arquitectura del Palacio de Bellas Artes. En esta edición se pudo admirar su trabajo en la obra arquitectónica, diseño de interiores, escultura, pintura, caligrafía, vitrales, mobiliario, vestuario.

Participó en la exposición del Museo Palacio de Cultura Banamex, conocido como el Palacio de Iturbide, en: “Artificios · Plata y Diseño en México. 1880 – 2012”

Fray Gabriel Chávez de la Mora, llamándole el “Arquitecto místico”, presentó en este Museo: Cristo crucificado, elaborado con alpaca reto grabada y madera.-Cristo crucificado en plata grabada a mano sobre madera.-Cáliz en plata y jade.-Cáliz en plata dorada y malaquita.-Píxide de plata.-Patena en plata dorada y malaquita.-Cruz en alpaca y latón...

Entre los objetos de arte necesarias para la Celebración Eucarística, han de estimarse, sobre todo los vasos sagrados, y entre éstos, el cáliz y la patena en los que son ofrecidos, consagrados y consumidos el vino y el pan: el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que día a día conserva, aumenta nuestra fe y nos acercan a Dios.

¡De mis obras, solo permanecerá, el amor con que las hice!: Fray Gabriel

Fuentes: Exposiciones. Wikipedia. Rosa de María

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S.S. el Papa Francisco a los Benedictinos

S. S. el Papa Francisco a los Benedictinos:

"mantener vivos los oasis del espíritu y anunciar la misericordia de Dios"

Audiencia a los participantes del congreso internacional de los Abades Benedictinos; entre ellos R.P. Ricardo (Mateo) Tintos Delgado, OSB, de la Abadía del Tepeyac en México

Vivir siendo misericordiosos en las propias comunidades, conservando el celo del testimonio y anunciando la fraternidad evangélica desde todos los monasterios del mundo. Esto a través de un silencio elocuente que habla a la vida ruidosa y distraída el mundo.

Síntesis el mandato que el Papa Francisco ha confiado a los Abades Benedictinos reunidos este jueves en el Vaticano, con motivo del congreso internacional de la Confederación de los Benedictinos y las Superioras Benedictinas, que se cada cuatro años se realiza en Roma.

“Vuestro congreso internacional –les dijo el Santo Padre– reviste en esta circunstancia un significado particular en el contexto del Jubileo de la Misericordia”

Porque “si es sólo en la contemplación de Jesucristo que se capta el rostro de la misericordia del Padre, la vida monástica constituye una vía maestra para hacer tal experiencia contemplativa y traducirla en testimonio personal y comunitario” 

Esto en el mundo actual “que demuestra cada vez más claramente tener necesidad de misericordia, que no es un eslogan o una receta”. Sino que “es el corazón de la vida cristiana y al mismo tiempo su estilo concreto, el respiro que anima las relaciones interpersonales y vuelve atentos a los más necesitados y solidarios con ellos”

“En este tiempo y en esta Iglesia –les indicó el Papa– llamada a mirar siempre más a lo esencial, los monjes y las monjas custodian por vocación un peculiar don y una especial responsabilidad: la de tener vivos los oasis del espíritu, donde pastores y fieles pueden recurrir a las fuentes de la divina misericordia”

Y les aseguró que la “clausura no es estéril es más, es una riqueza y no un impedimento a la comunión” y que su labor “en armonía con la oración los hace partícipes de la obra creativa de Dios y los hace solidarios con los pobres que no pueden vivir sin trabajar”

Finalmente el Santo Padre les invitó a no dejarse desalentar si los miembros de las comunidades monásticas disminuyen o envejecen, sino que conserven el celo de su testimonio aun en los países hoy más difíciles, con la fidelidad al carisma y el coraje de fundar nuevas comunidades. Y les reiteró: Vuestro servicio a la Iglesia es muy valioso. Porque “también en nuestro tiempo hay necesidad de hombres y mujeres que no antepongan nada al amor de Cristo

ZENIT – Ciudad del Vaticano 2016 - Abadía del Tepeyac

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Un Benedictino estadounidense para el arte litúrgico

El Abad Zielinski entrará al dicasterio del Culto y se ocupará de la nueva oficina dedicada a la arquitectura y a la música para la liturgia.

Será un Benedictino quien dirija en nuevo ente de la Congregación para el Culto Divino que se ocupará de las indicaciones sobre la arquitectura y sobre la música para la liturgia, con la intención de acabar con las fealdades de las “Iglesias-garage”. S. S. Benedicto XVI nombró hoy como nuevo encargado al Abad estadounidense Michael John Zielinski, que trabajará en el dicasterio guiado por el cardenal Antonio Cañizares Llovera....

Articulo completo en:

 

https://www.lastampa.it/2012/11/24/vaticaninsider/un-benedictino-estadounidense-para-el-arte-litrgico-vClzEH4mAPBl7ny7ph7hYN/pagina.html

Fuente: VATICAN INSIDER

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Eucaristía en Acción de Gracias a Dios por el 19o. Aniversario de la Oblación Benedictina del Padre Eugenio García Siller

Gracias a Dios, a la Comunidad que nos permitió unirnos a la Acción de Gracias del Padre Eugenio García Siller a Dios por todos estos años de Bendiciones, en ella nos alentó a seguir adelante y a continuar difundiendo la Espiritualidad Benedictina, siempre en Unión con Dios, en Cristo, movidos por el Espíritu Santo y siempre invocando a nuestro Padre San Benito.

Familiares, amistades y feligreses, felicitamos al Padre Eugenio García Siller, O.S.B., por su 19º. Aniversario de su Oblación Benedictina, que recibió en San Rafael Arcángel y San Benito Abad, el 30 de mayo del 2002, solicitando llevar el nombre de "Domingo" como Oblato.

¡Felicidades Padre! y que continúe con su espiritualidad benedictina.

 

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Libro: "San Benito, Padre de Europa"

Este libro contiene uno de los secretos mejor guardados de nuestro tiempo: para entender Europa, es imprescindible conocer la vida de San Benito y la Regla monástica que escribió. Quizá, más que un secreto, podría considerarse un olvido intencionado por parte de una época que idolatra la acción y ya no conoce el valor de la contemplación.

A fuerza de perseguir el progreso, hemos olvidado los cimientos en los que se asienta nuestra cultura. En una gruta perdida en Subiaco y en la altura abandonada y arrasada por los bárbaros de Montecassino, Benito vivió una vida dedicada a la oración y al trabajo manual. Su silencio y ocultación, sin embargo, tuvieron un impacto más profundo y duradero en la cultura de Occidente que las políticas, batallas y decretos de emperadores y reyes.

Milagros, visiones y dones excepcionales de Dios salpican la vida de un santo que, a través de su ejemplo y de su Regla, inspiraría a los monjes que conservaron durante siglos la cultura occidental y transformaron Europa.

F. A. Forbes

 

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Ordenación Sacerdotal 

Bendito sea Dios por estos nuevos Sacerdotes en la Abadía Del Tepeyac Vocaciones. 

Felicidades a los Hermanos Benedictinos: Basilio y Bernardo para que el Señor siga bendiciéndolos en su vida de santidad.

Abadía del Tepeyac-Vocaciones / Junio 2017 

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Monjes Benedictinos en Irlanda 

Monjes Benedictinos en Irlanda dedican su vida a reparar por pecados de sacerdotes

Contenido publicado en: es.gaudiumpress.org

Monasterio de los Monjes Benedictinos de la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento del Altar del Priorato de Silverstream.

Foto: Priorato de Silverstream

Ckick para ver artículo completo:

https://es.gaudiumpress.org/content/86080

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Encienden la Antorcha Benedictina de la Paz 

Monjes de Nursia, Italia, encienden la Antorcha Benedictina de la Paz

Luego del terremoto del pasado octubre que afectó el centro de Italia y dejó prácticamente destruida la Basílica de San Benito en Nursia, una nueva luz de esperanza llegó para los Monjes Benedictinos que se encuentran en esta ciudad: recientemente fue encendida la Antorcha Benedictina de la Paz, símbolo del itinerario que realizó el patrono de Europa, San Benito, por los camino del continente.

"La antorche se viene encendiendo desde hace 50 años en Nursia para simbolizar el compromiso de los grandes monjes misioneros de la historia que contribuyeron a llevar el cristianismo por las zonas paganas de Europa. Junto con el fuerte mensaje de la Cruz de Cristo, los mojes han traído el conocimiento de la cultura antigua, el amor por el aprendizaje y la convicción que sólo con la ayuda de Dios el hombre puede llevar la belleza fuera del caos del mundo", dice el Padre Benedetto Nivakoff, O.S.B, Prior del Monasterio de San Benito de Nursia, en un mensaje difundido por los monjes de esta ciudad.

Ver artículo completo en: Gaudium Press 

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Medalla de San Benito Abad

La Medalla de San Benito es un signo sagrado muy difundido entre los fieles católicos. Presenta de un lado la Cruz de Cristo, y del otro la imagen de San Benito Abad. Sobre la Cruz - y a su alrededor - se leen las iniciales de una oración ó exorcismo. La Medalla de San Benito recuerda a los fieles que la llevan consigo la presencia constante de Dios y su protección. El significado de las iniciales es el siguiente texto latino y traducción:

Crux Sancti Patris Benedicti
Crux Sancta Sit Mihi Lux
Non Draco Sit Mihi Dux
Vade Retro Satana
Numquam Suade Mihi Vana
Sunt Mala Quae Libas
Ipse Venena Bibas 


Cruz del Santo Padre Benito
La Santa Cruz sea mi luz,
no sea el demonio mi guía.
¡Apártate, Satanás!
no sugieras cosas vanas,
maldad es lo que brindas,
bebe tú mismo el veneno. 

ORACIÓN.- Oh! Dios! Que con tantos y tan grandes privilegios honraste la preciosa muerte del glorioso Padre San Benito, concédenos que en la hora de nuestra muerte, seamos defendidos de las acechanza del enemigo con la bienaventurada presencia del mismo Santo patriarca, cuya memora veneramos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

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Medalla y Cruz de San Benito  

Siete cosas que debemos saber sobre la medalla y cruz de San Benito

Desde hace siglos, muchos cristianos han usado la medalla del famoso exorcista San Benito en la lucha espiritual contra las fuerzas del mal. Aquí 7 cosas que se debe saber sobre este especial objeto que posee mucha tradición e historia.

1.- El origen de la Medalla es incierto, pero se usó desde muy antiguo. En el Siglo XVII, durante un juicio de brujería en Alemania, unas mujeres acusadas testificaron que no tenían poder sobre la Abadía de Metten porque estaba bajo la protección de la cruz.

Cuando se investigó, se hallaron en las paredes del recinto varias cruces pintadas rodeadas por las letras que se encuentran ahora en las medallas. Más adelante se encontró un pergamino con la imagen de San Benito y las palabras completas de las letras.

2.- La Medalla, como se le conoce ahora, es la del jubileo que se emitió en 1880 por el décimo cuarto centenario del nacimiento del Santo y lanzada exclusivamente por el Superior Abad de Monte Cassino.

Con ella se puede obtener la indulgencia plenaria en la Fiesta de San Benito, el 11 de julio, siguiendo las condiciones habituales que manda la Santa Iglesia: confesión sacramental, Comunión Eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice

3.- Cierta vez quisieron envenenar a San Benito (480-547). El Santo, como era su costumbre, hizo el signo de la cruz sobre el vaso y el objeto se rompió en pedazos.

En otra ocasión un pájaro negro empezó a volar a su alrededor, San Benito hizo la señal de la cruz y tuvo entonces una tentación carnal en la imaginación. Cuando estaba casi vencido, ayudado por la gracia, se quitó las vestiduras y se arrojó a un matorral de espinas y zarzas, lastimando su cuerpo. Después de ello nunca volvió a verse turbado de aquella forma.

4.- La Medalla de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia con un gran poder de exorcismo. Los sacramentales son “signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia".

"Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida" (Catecismo 1667)

5.- La Medalla tiene en el frente la imagen de San Benito con una cruz en la mano derecha y el libro de las Reglas de sus religiosos en la otra mano.

A ambos lados del Santo dice: “Crux Sancti Patris Benedicti” (Cruz del Santo Padre Benito). Se puede ver también una copa de la cual sale una víbora y un cuervo. De manera circular aparece la oración: “Eius in óbitu nostro preséntia muniamur” (A la hora de nuestra muerte seamos protegidos por su presencia). En la parte inferior central se lee: “Ex. S. M. Cassino MDCCCLXXX” (Del Santo Monte Cassino 1880)

6.- En el reverso está la cruz de San Benito con las letras:

C.S.P.B. "Cruz del Santo Padre Benito".
C.S.S.M.L. "La santa Cruz sea mi luz" (crucero vertical de la cruz).
N.D.S.M.D. "que el dragón infernal no sea mi guía" (crucero horizontal).

En círculo, comenzando por arriba hacia la derecha:


PAX "Paz".
V.R.S. "Vade Retro Satanás".
N.S.M.V. "No me aconsejes cosas vanas".
S.M.Q.L. "Es malo lo que me ofreces"
I.V.B. "Traga tú mismo tu veneno".

7.- La medalla debe ser bendecida por un sacerdote con la oración especial que se presenta a continuación:

*Exorcismo de la medalla:


- Nuestra ayuda nos viene del Señor
- Que hizo el cielo y la tierra


Te ordeno, espíritu del mal, que abandones esta medalla, en el nombre de Dios Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene.


Que desaparezcan y se alejen de esta medalla toda la fuerza del adversario, todo el poder del diablo, todos los ataques e ilusiones de satanás, a fin de que todos los que la usaren gocen de la salud de alma y cuerpo.
 

En el nombre del Padre Omnipotente y de su Hijo, nuestro Señor, y del Espíritu Santo Paráclito, y por la caridad de Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y al mundo por el fuego.
 

*Bendición:
-Señor, escucha mi oración
-Y llegue a tí mi clamor


*Oremos:
Dios omnipotente, dador de todos los bienes, te suplicamos humildemente que por la intercesión de nuestro Padre San Benito, infundas tu bendición sobre esta sagrada medalla, a fin de que quien la lleve, dedicándose a las buenas obras, merezca conseguir la salud del alma y del cuerpo, la gracia de la santificación, y todas la indulgencias que se nos otorgan, y que por la ayuda de tu misericordia se esfuerce en evitar la acechanzas y engaños del diablo, y merezca aparecer santo y limpio en tu presencia.


Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.

Por Abel Camasca

 

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Lo que se debe saber acerca de la Medalla de San Benito 

De gran valor exorcístico.

Las medallas de San Benito tienen valor exorcístico, pero hay varias cosas que se desconocen de ellas o se mal interpretan.

La historia de San Benito

San Benito de Nursia, Italia (480-543), hermano gemelo de Santa Escolástica, es considerado como el padre del monacato occidental, y su “Regla de San Benito” vino a ser la base de la organización para muchas órdenes religiosas (la propia Orden tiene su base en Monte Cassino, Italia, a unos 80 kilómetros al sur de Roma).

Para comprender el simbolismo de la Medalla, debe saber de este evento en la vida de San Benito: había estado viviendo como un ermitaño en una cueva durante tres años, famoso por su santidad, cuando una comunidad religiosa llegó a él después de la muerte de su abad y le pidieron a Benito tomar su relevo. A algunos de los “monjes” no me gustó este plan y trataron de matarlo con pan y vino envenenado. Al igual que San Juan el Divino se salvó milagrosamente de ser envenenado, porque cuando San Benito hizo la señal de la cruz sobre estas cosas, supo que estaban envenenados, por lo que cayó la copa y encomendó a un cuervo para llevarse el pan.

La Medalla del Jubileo de San Benito

Un lado de la medalla lleva la imagen de San Benito, con una cruz en la mano derecha y la Santa Regla en la izquierda. De un lado de la imagen está una taza, por el otro, un cuervo, y por encima de la copa y el cuervo están inscritas las palabras: “Crux Sancti Patris Benedicti” = Cruz del Santo Padre Benito. En el margen de la medalla se representa la leyenda “Ejus en obitu nostro praesentia muniamus” = Permite que en nuestra muerte, ser fortalecido por su presencia.

El reverso de la medalla lleva una cruz con las letras iniciales de las palabras: “Crux Sacra Sit Mihi Lux” (La Santa Cruz sea mi luz), escrito hacia abajo en la barra perpendicular; las letras iniciales de las palabras: “Non Draco Sit Mihi Dux“ (No permitas que el dragón sea mi guía), en la barra horizontal, y las letras iniciales de “Crux Sancti Patris Benedicti” en los ángulos de la cruz. Alrededor del margen están las letras iniciales del dístico: “Vade retro Satana, Nunquam Suade Mihi Vana – Sunt Mala Quae Libas, Ipse Venena Bibas” (Vete, Satanás, no me sugieras tus vanidades – mal están las cosas que tú pretendes, bebe tú, tu propio veneno). En la parte superior de la cruz, por lo general se encuentra la palabra: Pax (paz) o el monograma IHS = Jesús

La historia de la Medalla del Jubileo

La medalla que acabamos de describir es la medalla llamado del jubileo, que llamó la atención por primera vez en 1880, para conmemorar el catorce centenario del nacimiento de San Benito. La Archiabadía de Monte Cassino tiene el derecho exclusivo de esta medalla. La medalla de San Benito ordinaria por lo general difiere de la anterior en la omisión de las palabras “ejus en obitu etc”, y en algunos detalles sin importancia. (Para las indulgencias conectadas con ella ver Beringer, “Die Ablassé”, Paderborn, 1906, p. 404-6)

El usuario habitual de la medalla del jubileo puede ganar todas las indulgencias conectadas con la medalla ordinaria y, además:


1) Todas las indulgencias que se podrían obtener al visitar la basílica, la cripta y la torre de San Benito en Montecasino (Pío IX, 31 de diciembre de 1877)


2) La indulgencia plenaria en la fiesta de Todos los Santos (desde alrededor de las dos de la tarde del 1 de noviembre al atardecer del 2 de noviembre), varias veces al día (toties quoties), después de la confesión y la Santa Comunión, visita a una iglesia u oratorio público, orando allí de acuerdo a las intenciones del Papa, a condición de que se vea impedido de visitar una iglesia u oratorio público de los benedictinos por enfermedad, recinto monástico esté a una distancia de por lo menos 1000 pasos. (Decr. 27 de febrero 1907, en el Acta S. Sedis, LX, 246). Cualquier sacerdote puede recibir las facultades para bendecir estas medallas.

Los orígenes antiguos de la Medalla

Es dudoso cuando se originó la Medalla de San Benito. Durante un juicio por brujería en Natternberg cerca de la abadía de Metten en Baviera en el año 1647, las mujeres acusadas declararon que no tenían ningún poder sobre Metten, que estaba bajo la protección de la cruz. Bajo la investigación, una serie de cruces pintadas, rodeadas por las letras que se encuentran ahora en la medalla benedictina, fueron encontrados en las paredes de la abadía, pero su significado había sido olvidado.

En un viejo manuscrito, escrito en 1415, se encontró un cuadro que representa a San Benito sosteniendo en una mano un bastón que termina en una cruz, y un pergamino en la otra. Estaban escritas por completo las palabras de las cuales las misteriosas letras eran las iniciales. 

Medallas con la imagen de San Benito, una cruz, y estas letras comenzaron a ser distribuidas en Alemania, y pronto se extendió por Europa. Ellas fueron aprobadas por Benedicto XIV en sus escritos del 23 de diciembre de 1741, y el 12 de marzo de 1742.

La protección de la Medalla

1. Para destruir la brujería y todas las demás influencias y obsesiones diabólicas;
2. Para impartir protección a las personas tentadas, engañadas, o atormentadas por espíritus malignos;
3. Para obtener la conversión de los pecadores en la Iglesia Católica, especialmente cuando se encuentran en peligro de muerte;
4. Para servir como una armadura contra la tentación;
5. Para destruir los efectos del veneno;
6. Para asegurar un parto oportuno y saludable para los niños;
7. Para brindar protección contra las tormentas y los rayos;
8. Para servir como un remedio eficaz para dolencias corporales y un medio de protección contra las enfermedades contagiosas.

Cómo usar la Medalla

1. En una cadena alrededor del cuello;
2. Adjunta a un rosario;
3. En el bolsillo o en el bolso,
4. Colocada en su coche o en casa;
5. Situada en los cimientos de un edificio;
6. Situada en el centro de una cruz.


El uso de cualquier artículo religioso es concebido como un medio de recordar a Dios y de inspirar la voluntad y el deseo de servir a Dios y al prójimo. No es considerado como un amuleto de buena suerte o un dispositivo mágico.

 

La Cruz de la buena muerte

Este crucifijo es conocido como “La Cruz de la Buena Muerte”, no sólo debido a las propiedades exorcísticas de la medalla y la imagen del Cuerpo de Cristo, sino también por el patrocinio especial de San Benito basada en su muerte. El Papa San Gregorio Magno,540-604, describe su muerte en su diálogo:


Seis días antes de dejar este mundo que él dio órdenes para que su sepulcro se abriera, y al instante cayó en una fiebre intermitente, que lo quemaba, y cuando ya la enfermedad aumentaba día a día, en el sexto día mandó a sus monjes a llevarlo al oratorio, donde recibió el Cuerpo y la Sangre de Cristo nuestro Salvador, y su débil cuerpo después de haber sostenido las manos de sus discípulos, se levantó con sus propias manos y las levantó hasta el cielo, y como estaba en modo orante, entregó su espíritu.

La indulgencia plenaria se concederá en las condiciones habituales para alguien que, en la hora de su muerte, bese, acaricie, o haga otra reverencia al crucifijo, y encomiende su alma a Dios.

Fuentes: Saint Peter’s List, Signos de estos Tiempos. Forosdelavirgen.org

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La Cristiandad y los Benedictinos 

Personas e instituciones colaboraron en la formación de la Europa cristiana, pero nadie tanto como San Benito y los miles de monasterios que de él se derivaron. S. S. Pablo VI lo proclamó patrono de Europa en 1964, y S. S. Benedicto XVI reconoció la razón profunda de ese título en una audiencia general de 2008.

Conocemos bien la vida de San Benito (480-547) por la obra Los Diálogos, escrita por el benedictino San Gregorio Magno (540-604), el primer monje que llegó a ser Papa. Nace Benito en Nursia. En este tiempo, en los Siglos V y VI, el mundo occidental se ve profundamente alterado, y son frecuentes las guerras, saqueos y devastaciones. La Providencia divina, en este marco oscuro y doloroso, suscita a San Benito y a la Orden Benedictina, que, como dice S. S. Benedicto XVI: «Cambió con el paso de los siglos, mucho más allá de los confines de su patria y de su época, el rostro de Europa, suscitando tras la caída de la unidad política creada por el Imperio Romano, una nueva unidad espiritual y cultural, la de la fe cristiana compartida por los pueblos del continente. De este modo nació la realidad que nosotros llamamos “Europa”» (aud. cit.)

A los veinticinco años, abandona Benito sus estudios en Roma y se retira a la soledad, para distanciarse de la vida degradante de sus compañeros, queriendo solamente agradar a Dios Permanece tres años en soledad, como ermitaño en una gruta de Subiaco. Funda con ellos en esa región doce monasterios. Y en 529 parte a Montecasino, donde establece el monasterio que será centro de toda la Orden Benedictina, difundida a lo largo de los siglos por toda Europa.

La Regla de San Benito organiza el monasterio como «una escuela del servicio del Señor» (Pról. 45), en la que «nada debe anteponerse a la Obra de Dios», es decir, la Liturgia de las Horas (43,3) La oración, con la lectio divina, es el corazón de la vida monástica, y ha de unirse armoniosamente a los trabajos manuales (47-48): ora et labora. Si la humanidad se perdió por la desobediencia, será el camino de la obediencia el que lleve a la perfecta humildad, en la que se encuentra la puerta abierta a todas las gracias de Dios (5-7) La Regula sancta de San Benito, elaborada a partir de su personal experiencia eremítica y cenobítica, y ordenando antiguas tradiciones de la vida monástica, difiere no poco de las heroicas prácticas de la Tebaida, y se caracteriza por su moderación humilde y realista. Termina con estas palabras: «Tú, quien quiera que seas, que te apresuras por llegar a la patria celestial, cumple, con la ayuda de Cristo, esta mínima regla de iniciación que hemos bosquejado, y así llegarás finalmente, con la protección de Dios, a las más altas cumbres de doctrina y virtudes que acabamos de recordar. Amén» (73,8)

Son los hijos de San Benito los principales constructores de Europa. El Papa León III corona como Imperator romanorum en el año 800 a Carlomagno, muy vinculado a Roma y a Montecasino. Por estos años la Regla benedictina rige ya casi todos los innumerables monasterios de Europa. Es en este tiempo, en el renacimiento carolingio, cuando llega Europa a una relativa madurez en su unidad religiosa y política, cultural y social. La Providencia divina dispone que la Iglesia reconstruya Europa, logrando, sobre el fundamento de la fe católica, una síntesis duradera de elementos romanos, griegos y germánicos. Y los monasterios benedictinos tienen en todo este proceso histórico el influjo más importante. 

Carlomagno entiende que su imperio ha de alcanzar y mantener su unidad en una cultura cristiana común a muchos pueblos diversos, y encomienda especialmente esta empresa a los benedictinos. Monjes como Alcuino, fundando la Escuela Palatina (781), ponen las bases de las futuras escuelas... 

Texto completo en: "Foros de la Virgen María"- Sacerdote José María Iraburu 

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Santa Escolástica 

Nació en el año 480, en Nursia, Italia. Su madre murió de parto. Hermana de San Benito Abad, se entrego a Dios desde muy joven y alcanzo la santidad en la vida religiosa.

Después que su hermano se fuera a Montecasino a establecer el famoso monasterio, ella se estableció en Plombariola, donde fundó un Monasterio y la Orden de las Monjas Benedictinas la cual gobernó siguiendo la Regla Benedictina. 

San Benito y Sta. Escolástica regularmente se reunían para orar juntos y compartir sobre la vida espiritual. En una ocasión se hizo tarde y San Benito quería irse. Con el interés de la conversación se hizo tarde y entonces le dijo: “Te ruego que no me dejes esta noche y que sigamos hablando de las delicias del cielo hasta mañana”

Respondió San Benito: “¿Qué es lo que dices, hermana? No me está permitido permanecer fuera del convento”. Pero aquella santa, al oír la negativa de su hermano, cruzando sus manos, las puso sobre la mesa y, apoyando en ellas la cabeza, oró al Dios todopoderoso. Al levantar la cabeza, comenzó a relampaguear, tronar y diluviar de tal modo, que ni Benito ni los hermanos que le acompañaban pudieron salir de aquel lugar. 

San Benito, que no había querido quedarse voluntariamente, no tuvo, al fin, más remedio que quedarse allí. Así pudieron pasar toda la noche en vela, en santas conversaciones sobre la vida espiritual, quedando cada uno gozoso de las palabras que escuchaba a su hermano.

A los tres días, San Benito, mirando al cielo, vio cómo el alma de su hermana salía de su cuerpo en figura de paloma y penetraba en el cielo. Él, congratulándose de su gran gloria, dio gracias al Dios todopoderoso con himnos y cánticos, y envió a unos hermanos a que trajeran su cuerpo al monasterio y lo depositaran en el sepulcro que había preparado para sí.

Murió el 10 de febrero del año 547. SCTJM

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Santo Domingo de Silos, Abad

Santo Domingo nació en La Rioja, España, cerca del año 1000; hijo de agricultores, sus primeros años los pasó como pastor de ovejas. El resto de su vida lo pasará como pastor de almas. El oficio del pastor despertó en su espíritu el gusto por la soledad y por la oración contemplativa. Pensaba retirarse al desierto a vivir vida de soledad absoluta, pero en sueños recibió un aviso de que era mejor entrar de religioso.

Entró de religioso con los Padres Benedictinos en el famoso Monasterio de San Millán de la Cogolla y allí hizo grandes progresos espirituales, y recibió de Dios el don de saber interpretar muy bien las enseñanzas de la Sagrada Biblia. Y tenía tan buenas cualidades que llegó a ser superior del convento. En sólo dos años restauró totalmente aquella edificación que ya estaba deteriorada.

Santo Domingo levantó un monasterio, una hermosa capilla, con una sacristía que es una obra de arte, hizo un gran salón para que los monjes se dedicaran a copiar las Sagradas Escrituras y las obras de los santos, formó una biblioteca llena de los mejores libros de ese tiempo y organizó una droguería.

La casa se llenó de trabajadores. Unos cultivaban plantas de uvas, o árboles de olivos; otros se dedicaban a escribir o pintar. Era una casa donde todos se dedicaban a trabajar, rezar, cantar, hacer progresar el monasterio y ganarse así un buen premio para el cielo. Aquel inmenso edificio estaba siempre abierto para solucionar las miserias de los vecinos. El Monasterio de Silos llegó a ser uno de los más famosos de España.

Santo Domingo se propuso reunir ayudas para libertar a los cristianos que estaban prisioneros y esclavos de los musulmanes, y logró libertar a más de 300. Por eso lo pintan casi siempre acompañado de hombres con cadenas, a los cuales les consiguió la libertad. Así estaba él preparando lo que más tarde harían los Padres Mercenarios con San Pedro Nolasco, libertando cautivos.

Una noche llegaron unos ladrones a robarse toda la cosecha del monasterio. El santo los dejó trabajar toda la noche y a la madrugada, cuando ya estaba todo recogido, en costales y empacado, mandó a sus monjes con garrotes a decirles que muchas gracias por haberlos reemplazado en recoger la cosecha y que podían irse. Para que no se fueran demasiado tristes les envió un desayuno como pago por el trabajo de toda esa noche.

Santo Domingo obtuvo de Dios muchísimos milagros para quienes se encomendaban a sus oraciones. El biógrafo, que escribió su vida poco tiempo después de la muerte del santo, dice que no había enfermedad que las oraciones de este santo no pudiera curar.

Otro testigo de aquel tiempo afirma: "Nunca vi a un enfermo, ni a un sano, a quien no le alegrara él con su boca o con su mano"

Llegó hasta a anunciar la fecha de su propia muerte.

Después de su muerte, 96 años, Santo Domingo se apareció en sueños a la mamá de Santo Domingo de Guzmán para anunciarle que tendría un hijo que sería un gran apóstol. Por eso cuando el niño nació le pusieron el nombre de Domingo en honor del santo de Silos. Es por ello también que muchas mamás en España se encomiendan al santo Domingo de Silos para obtener que su hijo nazca bien y que sea una buena persona después.

El 20 de diciembre del año 1073 voló al cielo este santo en cuyo honor sigue existiendo todavía el famoso Monasterio de Santo Domingo de Silos, en Burgos, España.

Su festividad el 20 de diciembre

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Mártires de Silos en Monstserrat de Madrid

El Cardenal Angelo Amato presidió la solemne Eucaristía de beatificación de los monjes de Silos en la Catedral de la Almudena.

"Mártires de Cristo. Testigos de la fe," es el lema de la beatificación de los Monjes Benedictinos de Silos (Burgos) que residían en el Monasterio de Monstserrat (c/San Bernardo, 79): P. José Antón Gómez, OSB; P. Antolín Pablos Villanueva, OSB; P. Rafael Alcocer Martínez, OSB; y P. Luis Vidaurrázaga González, OSB.

Se llevo a cabo el sábado 29 de octubre del 2016, a las 11:00 horas, en la Catedral de Santa María la Real de la Almudena. La Eucaristía fue presidida por el Cardenal Angelo Amato, prefecto de la congregación para las Causas de los Santos. Concelebraron el Arzobispo de Madrid, Monseñor Carlos Osoro; el Obispo Auxiliar de Madrid, Monseñor Juan Antonio Martínez Camino, SJ; el Arzobispo de Burgos, Monseñor Fidel Herráez, el Obispo de Bilbao, Monseñor Mario Iceta, y el Administrador Diocesano de Osma-Soria, Gabriel Ángel Rodríguez Millán, diócesis natales de los beatos.

Como preparación a la ceremonia de beatificación, el viernes 28 a las 19:30 horas se rezaron las Vísperas Votivas de San Benito en la iglesia de Montserrat, donde se encuentran las reliquias de los beatos.

El domingo 30 de octubre, en Montserrat, se celebró a las 12:00 horas una Misa de acción de gracias presidida por Monseñor Osoro.

Los actos organizados con motivo de la beatificación de los monjes benedictinos concluyeron el sábado 5 de noviembre del mismo año, con Misa de acción de gracias celebrada en el Monasterio de Silos.

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Abadía Benedictina del Tepeyac

La Abadía Benedictina del Tepeyac, está ubicada, en la Calle San Benito s/n en Lago de Guadalupe, en Cuautitlán Izcalli, Estado de México.

La Abadía del Tepeyac y su Iglesia Abacial, fueron diseñadas por el Monje-Arquitecto R. P. Gabriel Chávez de la Mora OSB; Fray Gabriel estudió en la Universidad de Guadalajara y pertenece a la primera generación de Arquitectos de dicha Universidad.

En los años sesentas el R. P. Plácido Charles Reitmeier, OSB, prior de la fundación de Lindavista en la Ciudad de México tomó una decisión audaz y visionaria. La creación del Monasterio en su conjunto con iglesia monástica en esos años del Concilio Vaticano II que se tradujera en lo que un historiador del arte ha llamado “un hito en la evolución de la arquitectura de la Iglesia Católica en este país". Para eso se llamó al sobresaliente Arquitecto De la Mora quien creó la maqueta de lo que sería el nuevo colegio y el nuevo monasterio en los terrenos del Monasterio en Lago de Guadalupe.

Todo esto cambió con la llegada al monasterio de Fray Gabriel; quien dio un giro a la nueva visión del recinto. Él había sido el renovador más sobresaliente de la arquitectura en el tema religioso. Antes del Concilio Vaticano II ya había remodelado la Catedral de Cuernavaca quitando todos los ajuares antiguos y dejándola en términos minimalistas de los años 50s. Más tarde construyo la Capilla del Monasterio de la Resurrección en la misma Ciudad de Cuernavaca.

Era criticado por muchos y alabado otros. Antes del Concilio Vaticano II también diseño todo el conjunto del nuevo Monasterio Benedictino del Tepeyac. Hasta nuestros días todo el conjunto arquitectónico de la Abadía y del Colegio han sido tema de revolución litúrgica para la Iglesia de México y del mundo contemporáneo.

La Patrona principal de la Abadía del Tepeyac, Nuestra Señora de Guadalupe, se venera en el Monasterio, en la Capilla, en el Templo San Benito y en el Centro Escolar del Lago: “CEL”, con un nivel educativo muy bueno y fomentan las espiritualidad los sacerdotes y maestros benedictinos. El CEL y el Templo San Benito son regidos también por los monjes benedictinos aunque no están dentro de la Abadía.

La imagen fue regalada por el Abad Guillermo Schulenburg, quien fuera amigo de Fray Gabriel Chávez de La Mora en 1971. De pintor anónimo, data de 1874. Nuestra Señora de Guadalupe fue tomada como patrona principal de la Abadía por obvias razones. México es nuestro país, y devotos los mexicanos de Ella.

La historia de la Abadía del Tepeyac empezó con una postal que llegó a manos del Abad Baldwing Dworshak con una inscripción en la parte posterior que decía: “Envía a tus monjes a México para la educación de los jóvenes mexicanos yo cuidaré y los bendeciré” Atte. La Virgen de Guadalupe.

Dicen que probablemente la escribió la Señora Lanzagorta con intención de conseguir que la Abadía de St. John’s enviara monjes a México. Lo cierto es que el Abad Dworschak y su capítulo vieron la postal con ojos de fe y enviaron siete monjes. Así empezó la fundación de México por una Abadía que ya tenía cinco fundaciones al mismo tiempo: Japón, Puerto Rico, Islas Bahamas, Brasil y México.

En esta Abadía y su conjunto además de venerar a la Santísima Virgen de Guadalupe se venera al santo fundador de la Orden Benedictina, San Benito Abad.

Fuentes: Abadía del Tepeyac. Rosa de María

 

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Parroquia de San Rafael Arcángel y San Benito Abad 

La Iglesia de San Rafael Arcángel y San Benito Abad es una Parroquia que se encuentra en la Colonia del mismo nombre en la Delegación Cuauhtémoc, en la Ciudad de México.

Esta Parroquia se encuentra dentro del territorio parroquial de la Parroquia de San Cosme y Damián, hasta el 2015, que a su vez pertenece a la Segunda Vicaría Episcopal de la Arquidiócesis Primada de México.

La Iglesia de San Rafael cuenta con más de cien años de existencia. y fue fundada por monjes provenientes de la Abadía de Santo Domingo de Silos, ubicada en Burgos, España. El primer motivo de la fundación era el proyecto de formación de un monasterio benedictino, pero tan solo la geografía no lo permitía por enclavarse en una zona céntrica del Distrito Federal.

El templo ha sufrido modificaciones por los cambios realizados a partir del Concilio Vaticano II. Pero conserva aún notorios y muy bellos acabados originales de su construcción original. Claro ejemplo una pintura de gran tamaño ubicada en la parte superior central que representa a San Benito Abad cuando su alma está a punto de ascender al Cielo.

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Inevitable partida de los Benedictinos

Con gran tristeza y dolor vimos la partida física de los Benedictinos del Templo de San Rafael Arcángel y San Benito Abad, en la Colonia San Rafael, en la Ciudad de México este 02 de Julio del año del Señor 2012.

No hubo poder terrenal que pudiera evitar esto, ante la falta de escucha de unos y la poca voluntad de otros, después de más de 104 años de presencia en la Ciudad de México, y en esta estimada Colonia de San Rafael, se fue el último Benedictino que estuvo en el Templo, los feligreses y personas que hemos visto el nacer, crecer, y la evolución de este Templo, ahora también nos toca presenciar con un gran sentimiento de tristeza y de dolor la partida física de los Benedictinos.

Que fue lo que pasó?, porqué?, solo ellos los Benedictinos y Dios, lo saben, porque la Comunidad creo que poco importó en esta tan particular decisión ya que por el comentario generalizado se decía que ya tenían siete años de estar viendo la situación inmerecida para la Orden en sí y los muchos Santos, Monjes y Hermanos legos y los que en su papel de Sacerdotes dejaron su vida en este Sagrado Lugar, y los feligreses que con mucho esfuerzo, cariño, empeño colaboraron en la construcción, desarrollo del Templo físico, así como del acompañamiento a los distintos Sacerdotes, Hermanos legos, que pasaban por El, y que muchos de ellos dejaron sus vidas allí. Santos en verdad, la mayoría de ellos, que supieron ser continuadores del amor de Dios en el mundo, y vivieron con amor y sacrificio, su entrega a Dios, les recuerdo que algunos de ellos, oficialmente ante la Iglesia están en su Proceso de Canonización en la Ciudad Bendita de Roma.

Dios sabe porque hace las cosas, nosotros no, como dijo Jesús en el Evangelio vendrán tiempos difíciles, en donde Satanás se meterá entre nosotros, y ese momento llego a este Templo casa de Dios, y los feligreses, seguidores del Evangelio se preguntan el porqué la Orden permitió esto, porque tenía que ser que el último en abandonar el Templo sería el que alguna vez fue Abad de la Orden y que juró solemnemente seguir a Dios, vivir como Cristo y dejarse guiar por la fuerza del Espíritu Santo, llevando para Dios muchas almas.

La crisis de valores existe, está y se mueve entre nosotros, todos, sin excepción, la Iglesia en sus Sacerdotes, Religiosos, en las familias, en todos lados, y hoy que necesitamos de tantos santos guías, donde están?

Pidamos a Dios que nos de la fe y entereza suficientes para seguir adelante, pidiendo por Santos Sacerdotes que empapados por el amor a Dios, sigan la noble tarea de promover el Evangelio sin más agradecimiento que el haber cumplido su tarea con amor, con sacrificio, con entrega y viviendo a ejemplo de San Benito Abad, orando y trabajando.

Invitemos a todos aquellos que han sido parte motora durante todo este tiempo en el Templo de San Rafael Arcángel y San Benito Abad, los que son Oblatos Benedictinos, para que unidos continuemos la labor que Dios en Cristo, movidos por el Espíritu Santo ha traído a México a través y por mediación de la Orden y espiritualidad Benedictina y algún día primeramente Dios volveremos a tener la guía espiritual a través de los Sacerdotes y hermanos nuestros Benedictinos.


Así sea !

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Novena en honor a nuestro Padre San Benito  

Novena de preparación en honor a nuestro Padre San Benito  y Oración a San Benito Abad

Novena

 

https://www.aciprensa.com/recursos/novena-a-san-benito-2720

Oración

https://www.youtube.com/watch?v=qGa4_KNdiX4

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